BIEN DE INTERÉS CULTURAL VS BIEN COMÚN
El barrio del Cabanyal, en Valencia, ha sufrido durante las últimas décadas un abandono absoluto por parte del poder público, provocando una profunda degradación en sus calles, división vecinal y diversos conflictos que no hacen más que facilitar la implantación del plan urbanístico PEPRI, que propone continuar hasta la playa la Avenida Blasco Ibáñez, precisando para ello de la demolición de un 30 % de este antiguo barrio de pescadores, cuyos restos quedarán divididos en dos mitades aisladas, provocando la paulativa destrucción de un área declarada BIC (Bien de Interés Cultural) y la desaparición del patrimonio, memoria e historia de una comunidad, en nombre del bien común. |
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El proyecto de prolongación de la avenida se remonta en sus inicios a 1883, y es, seguramente, la obra urbanística más antigua, anacrónica y popularmente discutida de la ciudad de Valencia.
OBRA VS PATRIMONIO VIVO
Irónicamente, la Avenida Blasco Ibáñez avanza llevando el nombre de un autor cuyo legado escrito es en gran parte inspirado por el costumbrismo que el Cabanyal representa a nivel de patrimonio vivo. Es por tanto en su nombre que se borrará la memoria de todo aquello que conformó una gran parte de su obra |